A Amaia Salazar sólo le chirriaron las ruedas, pero se podría haber salido de la carretera...

"...Cuando la avisaban de madrugada para acudir al escenario de un crimen, la inspectora Amaia Salazar siempre realizaba el mismo ritual: apagaba el despertador para que no molestase a James por la mañana, cogía su ropa y su teléfono formando un montón y bajaba muy despacio las escaleras hasta llegar a la cocina. Se vestía mientras tomaba un café con leche y dejaba una nota para su marido, para meterse después en el coche y conducir absorta en pensamientos hueros, ruido blanco que siempre ocupaba su mente cuando despertaba antes del amanecer y que la acompañaban como restos de una vigilia inconclusa, a pesar de conducir durante más de una hora desde Pamplona hasta el escenario donde una víctima esperaba. Trazó una curva demasiado cerrada y el chirrido de las ruedas le hizo tomar consciencia de lo distraída que estaba;se obligó entonces a prestar atención a la sinuosa carretera ascendente que se adentraba en los tupidos bosques que rodeaban Elizondo..."
El Guardián Invisible (Dolores Redondo)

Lo anteriormente expuesto, no es sólo ficción, sino una realidad, en cuanto a la situación del conductor me refiero, no nos damos cuenta de los peligros que tiene el conducir (o manejar como se suele decir en Latinoamérica, más apropiado por la acción que realizamos), sin pensar en lo que tenemos en nuestras manos, el vehículo es una herramienta capaz de provocar innumerables sufrimientos si no se maneja con responsabilidad, y aún así y todo puede ocurrir algún incidente vial con él, o algo peor, estar involucrado en un siniestro vial.
Es muy importante la prevención del conductor, en donde nos tenemos que dar cuenta de los peligros que atañe la carretera sino estamos concentrados al cien por cien de la actividad que tenemos que realizar, donde tenemos que poner los cinco sentidos en ella, ya que el mínimo despiste puede traer consecuencias negativas para los usuarios de las vías. 
Entendida ésta Prevención como: como una conducta, un comportamiento dirigido a evitar situaciones percibidas como peligrosas, o a realizar conductas que aseguren que, en el caso de que el peligro se convierta en realidad, se puedan disminuir sus consecuencias.
Como sabemos, la propia circulación nos pone en alerta constante y nos hace estar en alerta preventiva, lo que nos puede condicionar nuestra manera de actuar, y si a todos esos factores, que nos pueden acarrear una conducción ansiosa o estresante -o incluso agresividad-, le añadimos el que realizamos la actividad de conducir sin estar en condiciones para ello, la conjunción de ellos puede desencadenar en un desenlace fatal, llamado Siniestro Vial.
 "A Amaia Salazar sólo le chirriaron las ruedas, pero se podría haber salido de la carretera..."

Y como bien dice Laura Gómez en su artículo Generación VIALnnials podemos resumirlo en el "Trabajo de ir a trabajar", donde tenemos que verlo desde esa perspectiva, pensar que es una actividad compleja que nos conlleva estar al cien por cien y aplicar en ella todos nuestros conocimientos, buenos hábitos, destreza, etc. para prevenir conductas riesgosas por nuestra parte y en una segunda, intentar disminuir las consecuencias si nos vemos involucrados en algún incidente o siniestro vial.